Un tío mio por parte de madre es poeta, también profesor de párvulos, y apasionado de las montañas. Hoy estuvo de visita por casa, y vi una poesía que le escribió a mis padres por su 25 aniversario. Preciosa.
Y me acordé del libro de poesías de mi tío que tengo en casa. Y me puse a leerlo.
Y leí una que me gustó especialmente, y me apeteció compartirla.
Más adelante pondré aquí la dedicatoria que puso mi tío Bernardo para mí en el libro.
El silencio y el no silencio
Un misterio natural.
La naturaleza rompe
los cauces sonoros del silencio.
El viento. Sin viento.
(Suena su nombre como daga de otoño,
dicen de plata atravesando senderos solitarios,
atravesando los frutos oscuros
en la pulpa humedecida del invierno.)
Da un paso y aquí, el viento
es un mensaje cromático
-amor de retamas y salvia,
la ausencia del romero-
que comba en luz verde del silencio.
También el rumor del río
es una canción azul,
como aquellas que despertaban montañas
y era ella recostada en la ladera
del amor y su comienzo.
Allí, un paso atrás, sin viento,
dejando la ausencia para llorar,
para gritar el dolor sin la rotundidad del eco.
Allí la voz es un negro silencio.
domingo, 7 de marzo de 2010
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Me encanta! gracias por poner estas cosas también de vez en cuando :)
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